Alfonsina Storni
"Amo los cielos claros, los pastos frescos,
los campos dorados, las delicadas manos,
las frentes amplias, las almas pulcras..."
En 1892, el 29 de mayo, nació en Sala Capriasca Alfonsina, la tercera hija del matrimonio Storni. Llevó el nombre del padre, de un padre melancólico y raro. Más tarde le diría a su amigo Fermín Estrella Gutiérrez: «me llamaron Alfonsina, que quiere decir dispuesta a todo».
El 23 de octubre de 1938 viajó a Mar del Plata y hacia la una de la madrugada del martes veinticinco Alfonsina abandonó su habitación y se dirigió al mar. Esa mañana, dos obreros descubrieron el cadáver en la playa. A la tarde, los diarios titulaban sus ediciones con la noticia: «Ha muerto trágicamente Alfonsina Storni, gran poetisa de América».
Tú me quieres blanca
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
El poema de 59 versos hexasílabos puede ser divididos en cuatro partes: La primera parte, comprendida del verso 1o al 14, se compone de anáforas y paralelismos: “tú me quieres alba...”, “tú me quieres blanca...”, “tú me quieres casta...”, que enfatizan el objetivo final del hombre: la búsqueda de la virginidad de la mujer. Esta interpretación se da por las las metonimias y metáforas usadas. Así, usa los términos: blanca, nívea, casta, alba, nácar y azucena, substitutos del concepto de virginidad y que aparecerán a lo largo de todo el poema aportándole una intensa carga contradictoria. Pero además, hace uso de la metáfora con la que llega a identificar la virginidad con un acto casi de clausura: “de perfume tenue”, “corola cerrada”, “ni un rayo de luna filtrado me haya”, “ni una margarita se diga mi hermana”.
Tú que en los jardines
negros del engaño vestido de rojo
corriste al estrago.
Así, nos expresa de un modo metafórico como este hombre prometiendo sentimientos disfrazados por la pasión (vestido de rojo), une engaño tras engaño causando incurables daños a su alrededor. Hay también la fuerte antítesis que provocan ambos colores ante el color blanco, el cual tiñe la primera parte del poema. Finalmente, tras la repetición de dos versos idénticos (“Dios te lo perdone”) concluye esta segunda parte con el verso: “me pretendes alba!”, cuya marca de exclamación expresa la osadía del acusado.
En la tercera parte (vv. 36-49) hace referencia a la purificación de esta alma masculina corrupta. El uso del mandato resultar ser crucial en esta parte del poema. Esta foma verbal rebela la verdadera intención de la autora. Es decir, por el grado de deterioro espiritual y moral que padece el hombre, es ella, la única, la que puede exigir, la que puede ordenar Usa el recurso de la sinestesia (tacto y gusto), que está vinculada a las partes del cuerpo corrompidas:
Huye hacia los bosques,
Límpiate la boca;
vive en las cabañas,
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tus tejidos
con salitre y agua;
habla con los pájaros
y lévate al alba.
Así, la voz poética asocia la purificación del alma con la fusión de esas partes del cuerpo y los diferentes elementos de la naturaleza mencionados.
En la cuarta y última parte (vv. 50-59) Storni termina el poema citando la futura concesión a las pretensiones del hombre. Eso sí, una vez que éste se haya sometido a la cura espiritual que procesa en la anterior parte. No obstante, es muy probable que esta concesión venga dada en clave irónica. Esta concesión está remarcada por la anáfora:“Y cuando las carnes te sean tornadas...”, “y cuando hayas puesto en ellas el alma”. Finalmente remata el poema con tres paralelismos que remiten a la primera parte del poema:
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
Este poema es un canto a la libertad de la mujer ya sea en el ámbito sexual, en el emocional como en el intelectual. Rompe totalmente con el tabú de la virginidad femenina y saca a la superficie la doble moralidad tan extendida sobre los hombres, según la cual exigían a las mujeres unos comportamientos en los cuales ellos mismos no creían.
Tú me dijiste: no
lloró mi padre;
tú me dijiste: no lloró mi abuelo;
no han llorado los hombres de mi raza,
eran de acero.
Así diciendo te brotó una lágrima
y me cayó en la boca... más veneno.
Yo no he bebido nunca en otro vaso
así pequeño.
Débil mujer, pobre mujer que entiende
dolor de siglos conocí al beberlo:
¡Oh, el alma mía soportar no puede
todo su peso
tú me dijiste: no lloró mi abuelo;
no han llorado los hombres de mi raza,
eran de acero.
Así diciendo te brotó una lágrima
y me cayó en la boca... más veneno.
Yo no he bebido nunca en otro vaso
así pequeño.
Débil mujer, pobre mujer que entiende
dolor de siglos conocí al beberlo:
¡Oh, el alma mía soportar no puede
todo su peso
Estructura del poema
Cada estrofa consiste de tres versos endecasilabos y el cuarto verso heptasílabo lo cual es conocido como pie quebrado.
La rima es asonante y está presente solo en los versos pares con el sonido -eo.
Alfonsina y el mar, canción creada por Ramirez y Luna para honrar la memoria de Alfonsina Storni, quien a los 46 años, agobiada por un cáncer incurable se adentró en el mar para morir.
Interpretación de Mercedes Sosa
http://amediavoz.com/storni.htm
http://www.michaelmatthews.net/work_details/peso_ancestral/peso_ancestral.html
http://robles26.blogspot.com/2011/04/peso-ancestral-de-alfonsina-storni.html
http://bib.cervantesvirtual.com/bib_autor/Alfonsina/index.shtml
http://www.youtube.com/watch?v=XYNGZ1-HWuk&feature=related
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